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Prácticas Avanzadas de Yoga
Lecciones Principales
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Nota: Para las lecciones completas, con las adiciones, consulte los
libros de AYP de Lecciones Fáciles para la Vida
Extática.
Lección
33 -
Meditación
-
Una nueva forma de sentarse al meditar
Autor: Yogani
Fecha: 5 de Diciembre 2003
Miembros
Nuevos: Se recomienda leer desde el principio de las lecciones principales
de AYP, las lecciones anteriores son un prerrequisito para ésta. La primera
lección es: "¿Por
qué esta discusión?"
Pregunta: En una clase de yoga que
asisto, el instructor dice que para meditar, siempre debemos sentarnos
verticalmente, sin soporte en la espalda en un tapete o un cojín. Lo he
tratado y termino dolorido en el proceso. ¿Es necesaria esta postura para
meditar exitosamente?
Respuesta: En una palabra, no. La meditación funciona si estamos sentados en
una superficie suave y con soporte para la espalda. Una silla es un buen
lugar. Estar en una cama con un par de almohadas en nuestra espalda es mejor.
No medites en una postura reclinada ya que te puedes quedar dormido. La idea
es sentarse confortablemente. No deseamos que el cuerpo esté incómodo y
compitiendo con el simple proceso de la meditación. Si para ti es natural
sentarte por veinte minutos o más en una superficie dura sin soporte en la
espalda, entonces está correcto que medites en esta postura. Pocos son
capaces de hacer esto y finalmente esto no es necesario. Menos comodidad es
un camino a la distracción. Mejor busca tu comodidad.
Ahora aquí viene el siguiente paso.
Una vez que te puedes quedar quieto en una rutina diaria de meditación y
sientes que estás listo para un avance, es una buena idea poner las piernas
en una posición cruzada. Aquí es cuando una cama es una buena ayuda. Trata
de poner una pierna de tal manera que la planta de ese pie quede bajo el
otro muslo y tu talón cerca de la otra entrepierna. Una vez colocado el
primer pie, el pie de la otra pierna se acerca y se pone bajo la espinilla
de la primera. No importa que pierna vaya primero, puedes alternarlas en cada
práctica.
Si nunca has tratado esto, puede parecer difícil. Para casi todos, toma
tiempo hacerlo. Lo iremos haciendo poco a poco de manera gradual. Hay
razones para ir con tiempo desarrollando esta habilidad. Dale la
consideración apropiada y el tiempo necesario. Pero que no interfiera con tu
práctica.
En tus primeros intentos puede ser que no podrás llevar tu pie hasta la otra
entrepierna. Tus rodillas quedarán en el aire y no cederán para bajar hacia
la cama. Ve tan lejos como puedas de manera cómoda. Usa unas almohadas para
reposar tus rodillas. Siempre busca la comodidad para meditar. No te
tortures en tu práctica forzando tu cuerpo a estar en posturas incómodas.
Lo que queremos es convencer gentilmente a nuestras piernas a ir a una
postura cruzada en el largo plazo. Para algunos es un proceso rápido. Para
otros puede tomar semanas o meses convencerlas. Es un camino que deseamos
seguir de manera gradual. Roma no se hizo en un día.
Como te vayas familiarizando con la física de tus piernas, hallarás que tus
rodillas bajarán con más facilidad y descansarán en la cama si es que tus
plantas están volteadas un poco hacia arriba. Los dedos del pie que está mas
adentro se pueden meter bajo el otro muslo con el talón metido en la
entrepierna y los dedos del pie que está mas afuera se pueden meter bajo la
espinilla contraria. Una cama es muy buena para practicar, ya que las
plantas de los pies pueden voltearse con más facilidad hacia arriba,
mientras que los empeines se hunden en el colchón un poco. Si al voltear un
poco los talones hacia arriba, las rodillas aun no bajan, sigue usando
almohadas para que estén cómodas. Siempre usa un soporte en la espalda para
meditar en esta nueva postura. Verás que unas semanas o meses esta postura
será muy cómoda. Si a media meditación te sientes incómodo, puedes deshacer
la postura y continuar tu meditación con una o ambas piernas estiradas. O
puedes cambiar el entrelazado cuando lo sientas necesario. Haz lo que
necesites para continuar tu práctica de manera cómoda y al mismo tiempo
favorece esta postura de piernas cruzadas. Con el tiempo el sentarte en esta
forma pasará a un segundo plano. Serás capaz de meditar sin acordarte en que
postura estás.
Si existe alguna razón física para que no puedas sentarte con las piernas
cruzadas, no hay problema. Como avancemos en las prácticas avanzadas
de yoga
siempre hay caminos para compensar esta inhabilidad. Las piernas cruzadas
ayudan, pero no son obligatorias.
Obviamente si tenemos que meditar en un avión, en la oficina o en una sala
de espera, nos podemos sentar en una silla sin importar la postura de las
piernas. Pero cuando lo hacemos en casa, siempre procuraremos sentarnos en
la forma descrita. Es una preparación importante para los cambios
sustanciales que están por venir con nuestra práctica.
El gurú está en ti.
Nota:
Para obtener instrucciones detalladas sobre
meditación
profunda, vea el
libro
de
AYP de
Meditación Profunda.
Para obtener instrucciones detalladas sobre siddhasana,
vea el libro de AYP de Asanas, Mudras y Bandhas.
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